Llega diciembre presentándose casi que con el cielo en las manos. Inextinguible en la vida del terrícola, ayuda a que muchas historias comiencen aquí. Es solariego, lluvioso o suplicante. Es todo. Entre las buenas intenciones que se trae, están las de una noche de velitas titilantes y guirnaldas colgando de los chamizos. Se viene también con juegos e ilusiones para intimidar, seducir y tratar de alentar. “Pajita en boca”, “hijueputiar y no contestar”, “dar y no recibir”, y “el sí y el no”, son algunos de sus designios. Suficiente para que la dicha vaya adquiriendo forma y trate de alcanzar su máxima expresión. Más tarde, regalos, detalles, gratitudes y luces en el árbol. Ahí es donde se olvida todo por un momento. Y “si se tiene tanto, pues ponen una mesa más grande” como es la costumbre en algunas dinastías. Juegos risibles o fascinantes que alcahuetean cosas en Navidad y hace que muchos nos comamos las estrellas con la vista. Como si no hubiera más meses en el año para hechizarse y ver espejismos. Los otros meses no tienen tanta magia, ni tantos bombillitos juntos palpitando, ni villancicos, ni campanitas de azul cielo. Tampoco tienen saxofones en coro, volcancitos verdes oliváceos, cocteles de colores, o arbolitos rayados de arco iris. Es que ni tanto lamparido tiene. Los días se agotan. Es cuando se anhela desencadenar el tiempo en un momento. Empezará el conteo regresivo de los últimos cinco segundos. 5, 4, 3, 2… y las nubes se convierten en huracán. Sobre el cuento de las burlescas “pajitas en la boca”, algo tendrá que estar comunicándose con unas cabuyitas encima de la lengua. No importa que sea para recrear tradiciones o para acosar el olvido. Ese recreo es así. Se hace al ritmo del corazón. Sacar la lengua y enseñar una cuerda encima para demostrar debilidad por la nostalgia se ve raro. No importan unas cuantas pelusas en el pañuelo. El arbolito y los juegos de esta época no deberían ser para meterse un regalo en el bolsillo, sino para juntarse y para chuparse los dedos con las evocaciones. **
AUTOR: JOSÉ LUIS RENDÓN (COLOMBIA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTOR (A)
José Luís Rendón C. Nació en el Municipio de Argelia (Antioquia) – Colombia. Titulado como Profesional en Comunicación Social. Ha sido corresponsal de prensa alternativa independiente, cronista, periodista y locutor de radio. Cuentos: LEOCADIA, obra ganadora del primer puesto del concurso de cuento “Carrasquilla Íntimo” convocado por El Colegio de Jueces y Fiscales del departamento de Antioquia-Colombia y publicado en la revista Berbiquí. Cuento: EL MONSTRUO DE LA PLATANERA (inédito).
Email: al.paraiso56@gmail.com
Facebook: José Montañero