Pequeños Rayos de un Sol Cobarde

Hay una tristeza infinita
que atraviesa la transparencia de los días
y alcanza el dolor de ese recuerdo
tatuado a fuego en la memoria.
Nadie sabe cómo borrar el sabor a sal
de los pasados caducados en los dedos
mientras éramos incapaces de abrazar el cielo.

Esperando. Siempre esperando.
La suerte en el boleto premiado,
la oportunidad del trabajo soñado,
la felicidad en los brazos anhelados.
El fin del mundo en las horas de desesperanza frente al espejo,
frente al mundo, de espaldas a la propia realidad.
Esperando esa alineación de planetas
que invite a los dioses
a apiadarse de nuestros sueños
y nos ayuden a volar.

AUTOR: TOÑO GUEDE (OURENSE, GALICIA, ESPAÑA))
© DERECHOS RESERVADOS AUTOR (A)

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