Tu Senda

No intentes cambiar la vida
del que camina a tu lado,
pues ha de sanar su herida
con el cantar de su hado.

Sigue aprisa tu camino,
pon tu mirada en alerta.
Construye tu propio sino
y con el alma despierta.

No mires el precipicio
de tus lejanas andanzas,
ni cambies el bien por vicio
en aquellas lontananzas.

Ilumina con tu vida
la senda del caminante
pues no hay mejor despedida
de aquel caminar errante.

Deja tus huellas abiertas
a aquel que siga tus pasos
pues, ha de ver que son ciertas
y ha de estrecharte en sus brazos.

Camina en paz con tu hermano
y apaga el odio del mundo
y deja que arda el arcano
candil del amor profundo.

AUTOR: EDUARDO GUILLERMO NARVAEZ ERAZO (COLOMBIA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTOR (A)

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