Sentado en aquella banca alimentando a las palomas,
Siempre se veía a aquel viejo desde muy tempranas horas.
Con sus anteojos oscuros, y su sombrero de fieltro,
Así pasaba los días viviendo de sus recuerdos.
Un raído traje de lino con tirantes ajustado,
Un corbatín desteñido siempre a su cuello amarrado.
Un bastón de fino cedro y empuñadura de oro,
Era su fiel compañero, también su único tesoro.
Había sido un gran señor con dinero y propiedades,
Con acciones en el club e importantes amistades.
De muy solvente familia de apellido y abolengo,
Pero por malos negocios todo terminó perdiendo.
Su esposa grandes fortunas gastaba en ropa y belleza,
Pero al quedar sin dinero se murió por la tristeza.
Sus hijos profesionales y con cargos importantes,
Haber invertido mal no pudieron perdonarle.
Por el pueblo no volvieron ni siquiera a visitarlo,
Solo el hijo de un amigo terminó por adoptarlo.
Una tarde de diciembre cuando todo era alegría,
En esa banca sentado al viejo hallaron sin vida.
Su sepelio fue aún más pobre muy pocos lo acompañaban,
Solamente aquellas aves con sus cantos lo lloraban.
Fueron siempre sus amigos y nunca lo abandonaron,
Y siempre desde ese día su sepultura cuidaron.
Los animales ofrecen una gratitud sincera,
Sin interés ni codicia… Nunca esperan recompensas.
AUTOR: JOSÉ ADELMO QUINTERO SALAZAR, EL VIAKO (COLOMBIA)
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José Adelmo Quintero Salazar, El Viako Nació en octubre de 1964 en Une (Cundinamarca – Colombia). Radicado en El Rosal (Cundinamarca) desde los cinco años. Octavo hijo de una familia de once hermanos. Ganador de un concurso de poesía en Madrid (Cundinamarca) en 1997. Participó en el concurso de la celebración de los cincuenta años de la emisora HJCK de Bogotá. Autor del libro “Los Poemas del Viako” publicado en 2022 y en proyecto el libro “Poemas y Relatos de mi Tierra”.
Ganador del premio La Pluma Dorada en marzo de 2023, recibiendo segunda postulación para participar en la siguiente versión de este mismo premio.
Facebook: El Rincón del Viako.