A ti mujer:
Portadora del más grande de los bienes;
creadora de universos sempiternos,
luz de luna que ennoblece tu hermosura
para darte de regalo el mismo cielo.
Flor de Liz, gracia de Dios, sueño de un sueño
que se ha vuelto realidad en tu ternura.
A ti, Madre:
No me alcanza el universo para darte
la mitad de tanto bien que tú me has dado
tanta entrega, tanto amor, siempre perenne
yo tu carne, yo tu sangre, consumado,
no hay pureza más que tu beso en mi frente
que me insufle tanta fuerza cuando estoy cansado.
A ti, Esposa:
No renuncio a la sonrisa que enamora
ni al perfume que desprende tu presencia
te prefiero aquí sentada en luna llena
en la perfecta preclusión de mi inocencia,
que me jura que serás sangre en mis venas
en un duelo entre crepúsculos y auroras.
A ti, Hija:
Me declaro perdedor, aún sin contienda,
yo en el brillo de tus ojos me conjugo,
soy esclavo, rey, bufón, juglar, mendigo,
lo que quieras que yo sea, soy, y te lo juro,
hoy comprendo que tú amor es mi destino,
mi razón de ser, mi paz, mi luz, y mi futuro.
AUTOR: J. ANDRÉS MERCHAN (COLOMBIA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTOR (A)
Nací en Río de Oro -Cesar- en 1981, a 10.300 kilómetros y casi 2.500 años después de donde y cuando debería, crecí en el seno de una familia numerosa y muy unida, inclinado al arte desde joven, he encontrado en la música y la escritura una ventana de oportunidad para librarme del peso de las extraordinarias tonterías llevadas a cabo en una vida llena de alegrías y derrotas. Fui asesinado a principios de 2015 y vuelto a la vida en agosto del mismo año, tiempo aprovechado para componer un par de canciones y escribir unos cuantos versos para añadir a un buen compendio que estoy casi seguro de que al menos a mi madre le gusta.
Relatos cortos de zombies que sueñan es una crítica a la visión cerrada del mundo, son narraciones que cambian su significado y contexto depende de la perspectiva del lector, es una invitación a leer dos veces el mismo escrito y entenderlo de dos maneras diferentes.
Es un engaño disfrazado de libro.