En un mundo no muy lejano, donde las estrellas brillaban con un fulgor apagado y el suelo reseco se agrietaba bajo el peso de la desesperación, había un lugar llamado Aqueria. Antaño, este reino había sido una tierra de exuberante vegetación y ríos cristalinos, pero ahora yacía como un desierto desolado.
En el corazón de Aqueria, vivía una joven llamada Lila. Ella era valiente y curiosa, con ojos tan azules como el cielo que alguna vez había existido. Lila soñaba con el agua, un líquido misterioso que había desaparecido de la faz de la tierra hacía generaciones.
Un día, mientras exploraba las ruinas de una antigua ciudad, Lila descubrió un extraño artefacto. Era un mapa antiguo, adornado con símbolos desconocidos y escrituras olvidadas. Con un destello de esperanza en sus ojos, Lila decidió emprender un viaje para desentrañar el misterio del mundo sin agua.
Atravesando desiertos abrasadores y montañas inhóspitas, Lila se enfrentó a peligros inimaginables. Pero su determinación nunca flaqueó. Finalmente, llegó a un oasis perdido en el tiempo, donde encontró a un anciano sabio.
El anciano le contó a Lila la historia olvidada del mundo. Hace mucho tiempo, la codicia y la negligencia de la humanidad habían llevado al agotamiento de los recursos naturales, incluido el agua. Pero, en lo más profundo de la tierra, existía una fuente de vida eterna, custodiada por un espíritu ancestral.
Guiada por el anciano, Lila se adentró en las profundidades de la tierra. Allí, se enfrentó al espíritu guardián, una criatura majestuosa hecha de luz y sombras. Con humildad y respeto, Lila le pidió al espíritu que devolviera el agua al mundo sediento.
Con un gesto sereno, el espíritu accedió a la petición de Lila. De repente, manantiales brotaron de la tierra, ríos corrieron salvajes y lagos reflejaron el resplandor del sol. Aqueria renació de sus cenizas, transformándose en un paraíso verde y exuberante una vez más.
Desde ese día, la gente de Aqueria aprendió a valorar el agua como el tesoro más preciado. Y Lila, la joven valiente con ojos azules como el cielo, se convirtió en la guardiana de la fuente de vida, asegurando que nunca más el mundo se quedara sin agua.
En las noches estrelladas, cuando el viento susurra secretos antiguos, los habitantes de Aqueria recuerdan la historia de la valiente Lila y su lucha por devolver el agua al mundo. Y así, el legado de la joven perdura en las aguas que fluyen eternamente, recordándonos que la esperanza y la determinación pueden transformar incluso el destino más oscuro.
AUTOR: CESAR CAMILO HERNÁNDEZ ROVIRA (COLOMBIA)
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Soy Cesar Camilo Hernández Rovira, Nací el 28 de julio del 2011 en Bogotá, Colombia, soy un estudiante de 12 años de 6 de bachillerato.
Me gusta escribir, leer, y jugar basquetbol. Soy un apasionado por la escritura; me gusta escribir relatos, cuentos y demás.
Los libros que más me gustan son – El Coronel No Tiene Quien Le Escriba – de Gabriel García Márquez.
Me gusta ver películas de acción y aventura, me gusta pasar mi tiempo escribiendo o leyendo, soy una persona que le gusta viajar mucho y me gustaría descubrir el mundo y conocer nuevas culturas. Me gusta aprender cosas nuevas que todavía no sepa.
Cuánto talento mi Camilo hermoso , que Dios sea tu guía siempre hacia el propósito bueno y perfecto para el que fuistes creado …