En una apartada casa de campo vivía un granjero con su familia. Tenían tres hijas hembras y un varón. El matrimonio se las ingeniaba para priorizar la educación de sus cuatro hijos a pesar de residir bastante lejos del pueblo, donde se encontraba la escuela. Los muchachos cada día debían levantarse bien temprano, aun cuando la luna no se había escondido por la presencia del sol.
Ese día los niños se preparaban para ir a la escuela. Gonzalo era siempre el rezagado, había que llamarlo varias veces para que se levantara de la cama. Imagínense era tan perezoso, que siempre tenía que andar corriendo para no llegar tarde. Esa mañana en uno de esos apurillos:
¡PLAFF! Se le cae al piso el espejo de plata, recuerdo de la abuela, haciéndose pedazos.
Esto dejó al niño muy angustiado. ¿Qué le diría ahora a su mamá cuando hiciera la habitual limpieza de su cuarto y le preguntara por el maravilloso espejo que tanto adoraba?
Debía encontrar el modo de restaurarlo. Recogió entonces todos los pedazos del espejo con mucho cuidado para no herirse y los guardó en su mochila de escuela. De este modo no llamarían la atención esparcidos en el piso y era probable que su madre no se diera cuenta del suceso. De esta forma, él tendría tiempo de buscar como arreglarlo.
Ya en la noche salió al patio a tomar un poco de aire. Lucia en el cielo una luna hermosa, con un brillo encantador. Miró hacia el estanque de agua del patio y vio su imagen claramente reflejada en el agua
– Esta luna tiene tanto brillo que permite no solo ver mi rostro en el agua sino también el alma. Si pudiera regalársela a mi madre, le compensaría el haberle hecho trizas el espejo de plata de la abuela. Al final si nos miramos a través de ambos, obtendremos el mismo reflejo.
Tomó una escalera del tamaño del cielo y no paró hasta alcanzar un pedazo del astro, el cuál regaló a su madre, por haber roto el espejo que ella tanto adoraba.
» Aprende que no eres del todo imprescindible, siempre habrá alguien que ocupe tu lugar cuando ya no estés»
AUTORA: REGLA MARÍA ESTRADA CRESBAL (CUBA)
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Mi nombre es Regla Maria Estrada Cresbal, soy de Cuba. Nací el 29 de noviembre de 1977. Graduada de Técnico Medio en Farmacia Dispensarial en 1998. Trabajé en la Farmacia 608 de Guanabo hasta el año 2011 y en 2012 me incorporo cómo Técnica de ATM en ventas de productos en los almacenes de medicamentos de Turismo y Salud. En este momento me desarrollo como poetisa y escritora, miembro del Taller Literario El Túnel dirigido por los profesores Pablo Rigall Collado y Luisa Oneida Landín destacadas figuras de la literatura en nuestro país. He publicado en revistas extranjeras como La Revista Azahar y La Revista Rupes Nigra. He participado en programas como La voz de tus Escritos conducido por la reconocida escritora y poeta Gladis Vega Herrera y en Ecos poéticos de radio de Colombia que conduce Iris Rosa Sandoval. He participado en concursos nacionales e internacionales obteniendo certificados de participación. Mis obras aparecen publicadas en antologías en Argentina como La sexta Antología de la voz de tus escritos y también bajo el sello editorial Puerta Blanca Ediciones. Seleccionada para participar en El proyecto Gens para escritores. En mi país participo en peñas literarias convocadas por poetas y escritores.