Clavos Por Pecados

Cada pecado tuyo, un clavo,
cada mentira, una herida,
cada desplante, un tormento,
no puedo ya escuchar tus crueles palabras que me fulminan.

Como los clavos de Cristo,
Él que pagó por nuestros pecados,
yo no tengo vocación de Santa,
no voy a aguantarte más, querido,
esto se ha acabado.

Estoy harta de sangrar por tus heridas,
esas que te han hecho albergar odio en el corazón,
harta de esperar a que cambies,
harta de perdonarte, de vivir en una eterna procesión.

Como los clavos de Cristo fueron finalmente desclavados
y Él al tercer día resucitó,
así resurgiré yo de mis cenizas, recuperaré mi autoestima
y volveré a disfrutar de la vida.

Ya me quité el clavo,
cicatrizó mi herida.
Lo que duele te hace fuerte,
de lo que duele, aprendes y olvidas.

AUTORA: MÓNICA MIQUEL NIETO (BARCELONA – ESPAÑA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTORA

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