El LICEO SANTA CLARA de la ciudad de Cali (Colombia) está llevando a cabo la SEMANA DEL CUENTO, certamen en el cual convocaron a sus alumnos para que participaran con sus escritos. SHARON LASSO es alumna del Grado Once y fue una de las ganadoras con su relato – EL VIAJE DEL NIÑO Y EL ZORRO. El día de hoy publicamos el escrito de SHARON a quien desde ESCRITORES REBELDES felicitamos y animamos para que continúe recorriendo el maravilloso mundo de las letras y la literatura. Desde ya ESCRITORES REBELDES abre las puertas de sus portales y redes para su talento y escritos.
EL VIAJE DEL NIÑO Y EL ZORRO
En un mundo sumido en la oscuridad de la guerra, donde el estruendo de las explosiones era tan común como el canto de los pájaros en la primavera vivía el pequeño Mateo, Mateo cada día jugaba con sus amigos a ser soldados mientras que su hermana María y sus amigas jugaban a la cocinita, el pequeño siempre sintió que esto era lo único que lo conectaba a su padre ya que no recordaba mucho de él, después de todo se fue cuando tenía 3 años, su madre siempre le dijo que él “le estaba sirviendo a la patria” y no era el único, pues al parecer los padres de sus amigos también se habían ido, excepto el papá de David esto porque era ciego.
El clima estaba fuera de lo normal, el frío incrementó de una forma nunca antes vista, pero algo que no cambia es la energía de los niños, el ruido que producen jugando mientras simulan armas y bombas, era algo reconfortante para sus madres, les devolvía algo de calidad a su alma ya que las calles alguna vez bulliciosas que conocieron ahora estaban vacías y solitarias, además la capital que no estaba tan lejos de donde vivían estaba siendo reducida a escombros.
Mateo echó una fugaz mirada a su madre mientras jugaba, sin embargo los ojos que lo veían con tanto cariño y amor ahora lo hacían con preocupación, el niño sintió un intenso calor y después todo se volvió blanco.
El pequeño niño sintió algo cálido en su mano, abrió sus ojos y se encontró con un zorro a su lado- ¿Quién eres? ¿Dónde estoy?- preguntó mientras se sentaba, el zorro quien en contraste con el blanquecino lugar respondió- Solo soy un zorro que pasaba por aquí- el niño se le quedó mirando hasta que habló- ya veo, ¿has visto a mi madre y mi hermana? no quiero que se enojen conmigo por estar lejos de casa.
No, no las he visto- respondió el zorro -ya veo- Mateo se paró e inicio a caminar, el zorro, intrigado por el niño decidió seguirlo y así inició su pequeño viaje juntos, Mateo era un niño muy hablador así que no tardó en hacerle platica al zorro mientras seguían caminando en aquel blanco lugar.
-Tu padre suena como un nombre realmente respetable- le dijo el zorro, Mateo asintió, él estaba realmente orgulloso de su padre, pero mientras caminaban apareció un gran agujero en el suelo que los tragó.
Mateo estaba asustado más contenía sus lágrimas, pues los niños no deben llorar ¿no es así? , el lugar donde se encontraban ahora estaba cubierto por una gran oscuridad, pero estar al lado de su reciente amigo le daba un poco de valentía así que siguieron caminando en línea recta por un largo tiempo, hasta que el piso empezó a temblar el lugar en el que estaban iniciaba a hacerse más claro.
Habían llegado a un lugar gris, se escuchaban estruendos a lo lejos, se quedaron quietos por un momento pues escuchaban como si un grupo de personas se acercaran, en ese instante aparecieron unos militares que iban corriendo a toda velocidad, el niño no pudo contener su emoción y empezó a correr con ellos con el zorro en brazos. Llegaron a una pequeña aldea y ahí Mateo presenció lo peor, los militares sacaban a niños como él de las casas y les disparaban mientras sus madres lamentaban sus pérdidas, el pequeño no pudo contener las lágrimas un momento más.
-No te entiendo Mateo, ¿esto no era lo que jugabas con tus amigos?, además, ¿no es tu papá un militar? Hace un rato me estabas contando las cosas geniales que hacía en la guerra- cuestionó el zorro al niño.
-Pero papá solo mata gente mala- decía el pequeño a sollozos, el zorro se le quedó mirando y le dijo -¿Y quién decidió que ellos son los malos? Mateo un poco más calmado le respondió -las vecinas dijeron que ellos nos atacaron primero.
¿Acaso esos pobres niños te atacaron alguna vez?- Mateo no respondió y solo bajó su cabeza.
-Mira Mateo, las guerras son injustas para todos los implicados en esta, nadie es bueno y nadie es malo, ni tú, ni nadie tienen la culpa- Mateo asintió y se quedaron ahí por un largo rato.
Siguieron caminando por lo que parecían días, entonces mateo divisó algo muy familiar, al fin habían llegado a su pueblo, pero estaba muy diferente a como lo recordaba, todo estaba reducido a escombros y polvo, las calles por donde jugaba, su escuela y lo que más le dolió su hogar, entonces escuchó una voz que lo llamaba, volteo y ahí estaba, su mamá tan radiante como la recordaba
-mateo, cariño, ven aquí, te he echado de menos, tu hermana y tu padre estábamos tan preocupados por ti- su madre fue corriendo a darle un abrazo que el acepto gustoso, entonces una luz blanca apareció ante ello y su madre empezó a caminar hacia allá.
-Parece que es nuestra despedida Mateo- le dijo el zorro, a lo que mateo le dijo -ven con nosotros.
-No puedo amigo mío, este es mi hogar anda ve y disfruta con tu familia, lleva siempre las palabras que te dije y compártelas con tus amigos y familia- Mateo respondió -así lo hare- entonces se fue con su madre y la luz se desvaneció y aquel zorro ahí quedó.
AUTORA: SHARON LASSO (COLOMBIA)
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Sharon Lasso (Cali – Colombia), 15 años. Estudiante de Grad0 Once del Liceo Santa Clara de la ciudad de Cali (Colombia).
Hobbies: Amo leer, dibujar, estudiar, y aprender cosas nuevas y sobre todo amo escuchar música.