Karl es un estudiante de secundaria y todos los días después de descansar del colegio asiste al comedor del barrio de Santa Ana, donde almuerza y se siente completo con la compañía de otros estudiantes. Aquella tarde, sentado en una de las sillas observó un collar con un brillo especial al otro lado de la mesa, no tardo mucho tiempo en cogerlo y guardárselo en su bolsillo.
Al regresar a casa abrazó a la flor más bella de sus ojos, a la niña que cuido con muchísima añoranza después de la muerte de sus padres. No podría sobrevivir al caos infernal de la vida sin ella y alegremente le regalo el collar como obsequio de cumpleaños. Desde entonces la joya le pertenecía a Kiara, pero esa misma noche tuvo una pesadilla. En sus sueños sombras oscuras se infiltraban en la casa y rodeaban su cama tratando de apoderarse de ella, también escucho voces escalofriantes que la llamaban para arrojarla al abismo. Kiara se despertó atemorizada y se escondió en su armario.
Al día siguiente, en pleno desayuno comentó a su hermano de lo sucedido. Karl le dijo que era una pesadilla y nada más. Sin embargo, él se lamentaría más tarde.
En el colegio de mujeres Kiara empezó a ver cosas extrañas. Al ingresar en los baños, uno de los inodoros se encontraba bañado de sangre negra y en las paredes la palabra collar brillaba de un tono rojizo. Ella echo a correr desesperadamente al aula del auxiliar de grado y se sentó en una de las butacas cercanas. Respiró profundamente hasta calmarse, luego se dirigió a su salón con pasos apresurados, pero a medio camino el collar que llevaba en la mano se atascó en los alambres; intento desatarlo de todas las formas y sin lograrlo lo cortó con una tijera que llevaba en su chaqueta.
En la noche después, de cenar con Karl, se puso en marcha hacía el internet “Doña tecnología”, pero llegando a la salida por el callejón oscuro sintió una presencia por detrás. Al girar, en la puerta visualizó a una monja con el rostro pálido, sus ojos negros, muy negros como la muerte. Kiara estaba estupefacta, los latidos de su corazón aceleraban, sus pensamientos chocaban entre sí, su desesperación fue tanta que al ver acercarse a la monja huyó gritando. Al correr tropezó con una piedra y lo último que vio fue el rostro espeluznante de la monja cerca de ella.
Karl sentado en su sofá esperaba el regreso de su hermana, pero en cuestión de segundos una ráfaga de viento golpeó las ventanas de su habitación, mientras que, una jauría de perros aullaba en el patio incansablemente. Él pensó que regresaba su hermana o venía a visitarle algún vecino. No tuvo tiempo de cerrar las cortinas de la ventana cuando de repente la puerta se abrió de un portazo y se escuchó pasos humanos. Una sensación extraña se apoderó de él.
—¿Kiara, Kiara eres tú? — preguntó —. Sin obtener respuesta alguna, tuvo que esconderse debajo de su cama.
En el suelo sintió un escalofrío que le subía por todo el cuerpo, pero se tranquilizó cuando vio que la persona llevaba zapatillas blancas parecidas a la de su hermana. Cuando se puso de pie, Kiara le regalo una sonrisa. Él recuperó la compostura y le dijo que se fuera a dormir.
Kiara no se movió, pero si boto un vaso de vidrio a la pared. Su extraño comportamiento hizo que Karl temblará.
—¿Quieres agua? — le preguntó —. Ella movió la cabeza positivamente.
Cuando Karl decidió alcanzarle el vaso, Kiara no se encontraba en el mismo lugar. Él temeroso miró hacia atrás y ella lo cogió del cuello contra la pared. Esta vez los aullidos de los perros se volvieron a escuchar más fuerte, empezó a llover y los rayos que caían ardían como el mismísimo infierno.
Karl agonizante vio que una sombra oscura ingresaba en el cuerpo de su hermana, él trato de zafarse de su agarre, pero ella cogió un cuchillo y lo incrustó en el corazón de él. La monja lo boto contra el lavadero de la cocina y ya en el piso oyó las carcajadas aterrorizantes de la chica, ella no era su hermana. Lo último que vio fue el collar en el cuello de la monja.
AUTORA: ISABEL PAUCAR MENDOZA – «SABELA PAUMEN» (PERÚ)
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Isabel Paucar Mendoza, “Sabela Paumen”, Perú, nació el 30 de enero del 2005, estudió en el colegio “Francisca Diez Canseco de Castilla”, es una poeta y escritora pura, actualmente cursa sus estudios en el Instituto Pedagógico Público Huancavelica en la Especialidad de Comunicación. En el año 2023, fue ganadora del I Concurso interno de declamación “Leyenda viva Cervantes, Shakespeare y Garcilaso”.
La escritora también participo en el concurso de escritura narrativa de ese mismo año, en el cual ocupo el primer puesto con la producción “Lágrimas del corazón”.
Esta interesante…