Santa…

Santa ya muuuy muy viejo, abatido y cansado, sus renos ya no estaban y su juguetería lucia abandonada; desolado, y a punto de entregarse, al ver como su vida ya no tenía sentido, vio de pronto acercarse a una pequeña sonriendo con naturalidad e inocencia, y sin ninguna pretensión, Sonrió con tanta alegría la pequeña, se acercó a él y sin titubeos lo abrazo, beso su frente con absoluta devoción, y solo musito, gracias Santa… Solo eso, nada más fue necesario para que el viejo Santa se levantara de allí.…

Leer más