Nadie pregunto de donde venía, o hacia qué lugar enrumbaban sus pasos. Se limitaron a verlo pasar, arrastrando un poco los pies como si caminar le doliera, o llevara sobre sí un peso que nadie lograba ver. Detrás de él iba dejando un rastro delgado de piel sangrante raída por las piedras del sendero. Los más curiosos miraban, sin moverse de sus lugares, como quien ve algo así todos los días, inmutables. El resto pasaban de largo y a prisa, empujándolo incluso muchas veces cuando su andar lento les entorpecía…
Leer másAutor: Yuraima Trujillo Concepción
Yuraima Trujillo Concepción, Camagüey, Cuba, 1986.
Tiene publicado los libros La Noche es una Mujer (Cuentos eróticos-2007) y La niña de la casa grande (infantil-2012). Obtuvo el premio nacional Mundo Marino 2008 (Cuba); Mención de Honor en el 79 Certamen Internacional de Poesía y Narrativa “Camino de Palabras” (Argentina); Premio y Mención con poema y cuento, respectivamente, en el “l Concurso Pasos de Océanos” (Cuba); Premio en el concurso de relatos de la Fundación Ateneo de Triana (España); Premio en el concurso Benigno Vázquez (Cuba); Finalista en el Concurso de cuento Eduardo Kovalivker 2023 (Cuba); Finalista del 2do Concurso “Dardo Esterovich” (Argentina); Finalista en el Concurso de Desplazamiento Nostra ciutat (España); Finalista en el l Premio Internacional de Relatos Ciudad Heroica de Veracruz; Finalista en el XVll concurso internacional de cuento ciudad de Pupiales 2023.
Su obra ha sido publicada en varias antologías tanto cubanas como extranjeras como es el caso de la antología poética Colibríes sobre mares en Italia; de cuentos eróticos Te por limón, por la editorial Jungla House; La Última Puerta y otros relatos negros, publicado por la editorial Ediciones Rubeo; Un soneto me manda a ser amante, por Editorial Laia en Argentina, entre otras.
Textos suyos aparecen en revistas literarias de México y España, tales como: Liquor Paper #3, Revista Memeógrafo # 126 y # 127, Revista Alborismo, Revista Rigor Mortis.
Pertenece al grupo literario camagüeyano: La Rueda Dentada.
El Viejo
No sé si es el calor o las moscas lo que acaba de despertarme, o el sonido constante y agudo que llega desde la casa del vecino. ¿Qué coño martillará el viejo esta vez? No descansa nunca ese clin seco, que se expande y cuando llega a mí, ya se ha multiplicado y son cientos de clin galopando dentro de mi cabeza. Un día de estos sé que cruzaré la verja de su patio, con los ojos cegados por cualquier nube negra, crisparé los puños hasta que las uñas penetren…
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