Si en este terruño de exuberancia agrícola todavía persuaden a virtuales dadivosos para que abran sus carteras y regalen billete o para que se conviertan en donantes de comida, es porque esas persuasiones, pedigüeñamente solidarias, encuentran destinatarios no cicateros. La señal es que, “nadie se quede sin comer” en esta mancha humana dentro de la que nos apiñamos. Para júbilo, la tierra aún se pinta de bananas y no está despojada de alimentos pero son cientos los platos sin arroz. En el planeta siguen siendo paisaje los rostros macilentos, las…
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Escritos Crónica
Un Labriego En La «Drogata»
Nació durante el diciembre parrandero y bullicioso de las primaveras. Aunque aquí todo el año es primavera. No consume sustancias aletargantes y no sabe qué es el tal fentanilo que, como “droga zombi”, hace parte de la toxicomanía contemporánea. Ama ser campesino, se enternece con el bosque, lo respeta y lo saluda pero tiene una rara fijación por la sociedad de afuera que, si bien ve rara vez, inexplicablemente, casi que odia. No sale de su hábitat y en sus charlas de cafetal insiste: – prefiero las culebras venenosas del…
Leer másBerlinés De Vereda
Como antílope que no para de mover mandíbula, lo veo todas las mañanas sentado en una banca del parque haciendo las mismas cosas que hace todas las mañanas. Lee vorazmente el periódico, ve pasar la historia de la capital y quema recuerdos. Se interesa más por las noticias de la Europa del Este y por las transformaciones después de noviembre de 1989 cuando derribaron el muro de Berlín. No es que le apasionen las revoluciones marxistas de los países de la Europa Oriental. Al contrario, odia los inútiles regímenes “borrachomaníacos”…
Leer másPut@ Broma Gemidora
La cúpula de aquella iglesia era de arquitectura romántica. Desde allí se desnucaría. Desistió cuando ella también desistió de tocar el cable eléctrico desaforrado y de alto voltaje que él le ordenó que tocara y que cruzaba amenazante al lado del estanque de agua. Quería verla chapucear y reír. Él oscila entre la ironía, la parodia cotidiana y la mordacidad. Algo así como unas ansias de agitar y hacer enloquecer las venas. Va dejando por el camino una estela de diabluras que con habilidad trata de poner al servicio de…
Leer másCandela En El Pináculo
Largas horas frente a un fogón de leña, sopla que sopla. Dalia alarga los labios para azuzar el alma del fuego con el que aún cuece coladas de maíz lechoso. Es una dama corpulenta, de mirada apacible, piel embriagadora, y exquisitas y bien trazadas posaderas. Odia los políticos, permanece con su camisón traslúcido de dormir que revela la ausencia del corsé y el claroscuro de sus pezones mirando provocadores hacia el horizonte. Estas colinas campesinas de verde profundo se ven más adorables por eso. Aquellos labios estirados me abstraen y…
Leer másComer Solteritas En Flor
Hay ocasiones en la que buscamos el cielo en la calle, con tanta suerte que lo encontramos personificado en una solterita. Parecen más apetitosas en esta versión de la Feria de las Flores de Medellín. Son como elixir para los tropiezos y días inciertos. Después de ondear sus pétalos al aire libre con la concupiscencia y beneplácito del sol, la primavera se tongonea vanidosa en medio de flores y silletas. No puede haber tanta suavidad en esa lecherita y en esa crema vainilla amarillosa que las recubre. Son irresistibles. Una…
Leer másDel Mar A La Providencia
El delicado olor del arbusto fresco y el característico aroma de la Flor de Jamaica son de las fragancias indelebles que más me lo recuerdan. Fue allá, en la finca La Providencia, ese bello tramo natural en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, en un ensoñador sendero camino de Bonda. El concierto imperecedero de los pájaros, el rebuzno estridente de Sultán, la lluvia de mangos y una montañita que no paraba de resollarme en la nuca, hacían de La Providencia lo más fastuoso del embrujo y la…
Leer másLo Coqueto De Una Yegua
Nunca dejé de mirar a su madre mientras pastaba en el potrero. Se trataba de una yegua, una hembra resuelta. A su lado, pastando también, su cría, la mulita. Rebuznos, relámpagos y pedorreras hacían parte del paisaje. Yegua y mulita, el alma de los arrieros en mi tierra. Estos intrépidos mozos de mulares mantenían los pies callosos y no les faltaba mugre y barro entre las uñas. Distinto de la inmundicia de la corrupción desbordada en mi patria, Colombia. Los saqueadores de la nación tienen culo por cabeza. Se excretan…
Leer másCursan «Garganta Profunda»
Sarta de mensajes en letreros vagabundos que, si no fuera porque nos hacemos los de la vista gorda sobre el andar los veríamos como eslogan o como alternativas de negocio en fachadas y muros, pegados en postes, en los clasificados de los periódicos o en la mano extendida de gritones que hacen las veces de anunciantes. Estos pequeños carteles podrían considerarse faltos de ideas, ridículos, hechicería, burla o rechazo: “No hay bar que por bien no venga”, “Tumbo brujerías”, “Con solo el nombre le atraigo al amor de tu vida”,…
Leer másEl Clavel Que Oía Todo
Pasiones impetuosas ardiendo en un tizón florecido. Retintines AL AIRE desde micrófonos frenéticos y cabinas de radiodifusión delirantes. Desde mi primer micrófono en la Voz de la Independencia, en Medellín, hasta los que vinieron después, ella permaneció siempre como apresada en alguna almohada de la ciudad, frente al radiorreceptor, escuchándome, como pactando su libertad. Yo emigraba a otras salas de transmisión y ella emigraba también al dial que fuera. Sin duda, aumentaba el largo de sus dedos índice y pulgar para rodear suavemente el interruptor de su aparato de radio,…
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