EDITORIAL REBELDE – Encuéntrala cada domingo en el portal web (escritoresrebeldes.com) y en las redes sociales de Escritores Rebeldes.
EDITORIAL REBELDE
OFERTA Y DEMANDA
Por: Escritores Rebeldes
Correo electrónico: info@escritoresrebeldes.com
El oficio creativo nunca se detiene, se transforma. Diferentes manifestaciones aparecen a diario para entretener sociedades y enriquecer espíritus. El debate surge entonces cuando se cuestiona la relevancia, dedicación y esfuerzo del creador de hoy, frente al hacedor de ayer…, y es que la polémica está sobre el tapete: muchos consideran que el facilismo y la mediocridad de estos tiempos, no tiene nada que ver, comparativamente, con la genialidad y dedicación de otrora.

Solo por tomar un ejemplo dentro del cartapacio de expresiones artísticas y culturales, podríamos tomar la música. Si se comparara el talento de Mozart, o más reciente, Mercury o Manzanero con personajes como Bad Bunny o Karol G (aunque géneros distintos) y la valoración se diera desde la construcción armónica y de contenido, sería muy obvio, (y evocando a los mayores) que “todo pasado fue mejor”.
Un poema hecho canción, una melodía que transporta, un sentimiento convertido en tonada como tal vez diría el siempre romántico Antoine-Jean Gros, cedió vía al amigo frecuente llamado auto-tune, a letras que rayan en lo vulgar y violento, en artistas de diez minutos que no reflejan aporte alguno en la historia melódica del género humano. Existen también defensores de la actualidad afirmando que se produce acorde a lo que el público exige y en ese aspecto pueden llegar a tener razón; es innegable la cantidad de seguidores que reúnen los nuevos talentos urbanos, llenando estadios y coliseos y generando ventas multimillonarias que a veces, pueden resultar hasta ridículas; entonces, ya no podríamos hablar de arte, mejor, el discurso se sustentaría meramente en una ley económica de oferta y demanda y podríamos concluir también, que lo que actualmente se ofrece no es ninguna manifestación de lo bello, más bien, si queremos darle un nombre, será una simple transacción comercial.
Ocurre (y únicamente para seguir con los ejemplos), algo similar con la pintura, y diríamos pues que los grandes renacentistas: Leonardo, Rafael y Miguel Ángel (no, no las tortugas ninja), estarían revolcándose en sus tumbas si pudieran observar lo que supuestamente hoy se presenta como arte. “Cuadro negro” de Malévich o, “concepto espacial” de Lucho Fontana y en un ejercicio de observación muy personal, no tienen nada que hacer frente al pincel y la genialidad de los primeros.
Quizá y resumiendo, los consumidores han cambiado, son otras épocas, la modernidad lo copo todo, la tecnología manda…, pero al corazón nada lo engaña y esa capacidad del individuo de apreciar lo bello, de conmoverse, admirar y deleitarse con lo hermoso, nunca va cambiar, en el fondo, todos llevamos un alma vieja y al espíritu es muy difícil mentirle.
ESCRITORES REBELDES
© DERECHOS RESERVADOS

Equipo Escritores Rebeldes