La industria que siempre se desvela
En la fe de las porcelanas que cobijan
Memorias pertrechadas, oficios del saber.
La célula de un bosque induce
A que todo manifiesto verbal o ilusorio
Se impregne en matices, píxeles o renglones.
Los barrios son batallones de vivencias,
Mártires hogares de vecinos habladores,
Idioma agazapado en anécdotas, chistes,
Argots generacionales que se abrazan
Como ramas y nervaduras de los ombúes.
Los lapachos embriagan con su arpegio,
Con su perfume de tormenta primaveral,
Los plátanos envejecen, pero no dan tregua
Al apuro de las rutinas, al vestigio del resquemor.
Polen de oro en las esquinas, en ruinas de baldosas,
El imaginario de los perros callejeros
Que ladran mansamente en remanso,
Ante el desvarío de autos sin rebenque.
Amabilidad a paso humano, quejas como costumbres,
Los locales comerciales que se yerguen y multiplican sus colores,
Las cloacas que se arraigan y las raíces que beben el hormigón.
Aquí hay una historia que desfila con otras
En un itinerario de pasos y carteles oxidados,
Aquí hay una poesía que se confunde
En milongas abuelas y loops desenfrenados
De púberes con chomba y camperas futboleras.
La idea gasolera de sentirse camión regador
Ante los inciensos mudos que bautizan veredas,
Cordones rotos en un gris monotemático,
Los vendedores que deambulan
Con bolsas de arpillera o de consorcio.
Casi no persisten los timbres eléctricos,
Más que los aplausos remotos en los frentes
Y los niños que se despatarran en jaranas
Reinan en los jardines cuadrados.
Cada historia en un barrio, cada barrio en las pupilas.
Un héroe de guerra, abanderado y sanmartiniano,
Con la sangre herrumbrada en el bronce
Que da nomenclatura
A esta ciudad atiborrada
De jornadas y mandados.
Capitán Bermúdez, ciudad capitana
De los hidalgos trabajadores de papel y camiseta,
De las botellas verdosas como gemas ilusas,
De la verbena y el camalotal que se alzan
En cintura del Paraná matizado en sepia.
Bermúdez, ciudad en bermuda o jean,
En mate cimarrón o café expreso,
Hay una historia que nunca se detiene,
Un carretel de calles que no apura.
Bermúdez de parroquia circular
Y trenes fantasmas sin silenciador.
Hay una historia en tus arterias, ciudad,
Una historia que conozco
Y todavía no se termina por conocer.
AUTOR: FABRICIO AGUIAR WALTER (ARGENTINA)
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Fabricio Aguiar Walter nació el 26 de junio de 1994. Reside en Capitán Bermúdez, Provincia de Santa Fe, República Argentina. Escritor desde los 15 años, se dedica principalmente a la poesía. Además es músico, locutor radial, periodista y profesor de talleres literarios y de clases de apoyo escolar, especializado principalmente en Inglés, Lengua y Literatura, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Hasta la fecha, colaboró en blogs, antologías, grupos literarios de carácter nacional e internacional y medios gráficos. Llegó a incursionar en teatro y comedia stand up.