La inteligencia artificial (IA) se ha colado en la sección competitiva del Festival de Cine Fantástico de Sitges con la película vasca ‘Singular’, de Alberto Gastesi, que ha querido abordar el tema de la pérdida desde los códigos del thriller y la ciencia ficción.
Fotografía: El director vasco Alberto Gastesi durante la presentación de ‘Singular’ en el Festival de Cine de Sitges / EFE – Siu Wu
En la presentación en Sitges, Gastesi ha comentado que ‘Singular’ proviene de un par de ideas previas de cortometrajes suyos, que sumadas han construido la historia.
En el filme, tras la muerte súbita de su hijo, Diana y Martín deciden reencontrarse durante un fin de semana en su antigua casa del lago. Ella es especialista en IA y él abandonó la profesión para vivir alejado de la civilización, pero cuando un enigmático joven con un misterioso parecido con el difunto hijo aparece en la casa, salen a la luz antiguos secretos y nuevas sospechas.
Si la película discurre inicialmente como un drama, con dos personajes que tiempo atrás se separaron tras perder a su hijo, un giro inesperado lleva al espectador a otra dimensión: «En el inicio que transcurre en la universidad, todo se ajusta a la realidad científica, pero a mitad de la película ponemos los códigos del género patas arriba para evolucionar hacia una ciencia ficción más psicológica».
Ve el director que la película «llega en un momento perfecto en el que la IA está en el centro del diálogo social».
CONFRONTACIÓN ENTRE IA Y HUMANIDAD
A su juicio, ‘Singular’ «no es una ciencia ficción especulativa, sino más mítica, proyectada a la eternidad, al futuro; no habla de la tecnología, sino de cómo nos confronta, de si merece la pena mantener lo humano, en un momento en que parece que amenaza con sustituirnos, y ese es el corazón de la película».
«Si asumimos riesgos, somos menos imitables por la IA, y por eso rodamos sin tener control absoluto, algo que solo se puede hacer desde la confianza en el equipo», comenta el director.
En relación con la ciencia ficción del pasado, como ‘Blade Runner’, en la que «el género era muy especulativo, en las películas actuales nos enfrentamos a una mayor urgencia, a un diálogo necesario».
Aunque tanto a Gastesi como al otro guionista Alex Merino les gusta la ciencia ficción, rechazaron de plano crear referentes conscientes.
Más allá de la IA, ‘Singular’ habla de la pérdida, algo que, para su actriz protagonista, Patricia López Arnaiz, «es un motor muy poderoso que empuja a Diana hasta el final de la historia, después de unos años de haber sobrevivido al trauma, vivir sin ninguna motivación y quedarse congelada».
Diana, añade la actriz vasca, entrena a una IA con una estructura de bucle, que es reflejo de lo que vive el personaje.
Javier Rey, que da vida al personaje de Martín, ha subrayado: «hubo partes de la película en las que ninguno de nosotros tenía todo el control, y eso es inigualable para ninguna IA, cuando trabajas desde un lugar realista nunca sabes a donde te va a llevar».
Gastesi, que está ultimando el montaje de una serie, ‘Argi gorriak’, «una comedia absurda», desearía seguir haciendo género, «porque es la manera de aunar de manera muy eficaz la exploración de la condición humana y la parte lúdica del cine, pero, eso sí, con mucho más dinero».
VUELTA DE TUERCA A LOS FILMES DE ZOMBIES
Sin salir de la sección oficial competitiva, el cineasta australiano Zak Hildicht ha presentado en Sitges su último filme, ‘We Bury The Dead’, en el que da también una vuelta de tuerca al subgénero de zombies.
En esta cinta, la actriz Daisy Ridley -estrella de la última saga cinematográfica de ‘Star Wars’- da vida al personaje de Ava, quien se une a una unidad de recuperación de cadáveres cuando su marido desaparece tras un catastrófico experimento militar que diezma la población de Tasmania.
Su búsqueda da un giro escalofriante cuando los cadáveres que está enterrando comienzan a mostrar signos de vida.
Hilditch ha dicho que añadió ese punto de duelo personal para hacer más interesante la película de zombies, algo que no se había visto anteriormente.
La película tiene también un cierto punto de catarsis para su director, pues comenzó a escribirla en 2017, cuando falleció su madre, que fue quien le inculcó el amor por el cine de ciencia ficción, que le quedó «implantado en el cerebro.
«Nadie tiene un manual para enfrentarse a estos sentimientos, pero el guion mismo estaba pidiendo que hubiera zombies en este drama», ha asgurado.
FUENTE – AGRADECIMIENTO
Agencia EFE
Nota Original – Jose Oliva
Equipo Escritores Rebeldes
