Fotografía: Imagen de la silla de dentista reservada para el rey Alfonso XIII en el Museo de la Higiene y la Salud en la Historia de Herrera (Sevilla) / EFE – Fermín Cabanillas
La silla del dentista donde se sentaba Alfonso XIII, el primer vibrador que trataba la “histeria” femenina, o instrumentos de los médicos de hace 23 siglos se pueden ver en el Museo de la Higiene y la Salud en la Historia de Herrera (Sevilla), que, con solo 7.000 habitantes presume de tener el museo de este tipo más importante del país.

Fotografía: Imagen del primer vibrador de la historia, realizado en 1878, en el Museo de la Higiene y la Salud en la Historia de Herrera (Sevilla) / EFE – Fermín Cabanillas
Esta localidad de la Sierra Sur sevillana, situada en el centro exacto de la región, cuenta con un museo cuyas piezas son reclamadas habitualmente para ser exhibidas en exposiciones de todo el país, ya que reúne unas 2.500 inventariadas desde el siglo II antes de Cristo hasta el siglo XX, entre ellas instrumental médico y quirúrgico, objetos de higiene antiguos o cajas de medicamentos o pomadas, pertenecientes a la colección privada de Francisco Jurado Muñoz, un enfermero vecino de la localidad.
Fue abierto en 2003 en un antiguo deposito de agua reformado de 1949, que se encuentra en lo que actualmente es el jardín de la residencia de mayores de Herrera, pero pasados unos años, y dada la cantidad de piezas con la que cuenta la colección, el Ayuntamiento cedió otro espacio justo al lado, donde se pueden ver sus cuatro espacios representativos, formados por la sala de un dentista, una botica, una sala de partos y una consulta médica.
Cuenta también con tres uniformes militares, uno de teniente de Farmacia, otro de comandante de Sanidad y finalmente uno blanco de subteniente de ATS militar que ha estado en distintas misiones por el mundo.
UN PASEO POR LA MEDICINA EN LA HISTORIA
Como explica en entrevista concedida a la Agencia EFE, el concejal delegado de Cultura del Ayuntamiento, Alejandro Suárez, Francisco Jurado aportó en torno al 95 % de los fondos del museo, y se ha conseguido una colección “en la que, desde Herrera, se proyecto el conocimiento y toda la historia de la medicina durante prácticamente toda la historia”, y también hay mucho material encontrado en distintas excavaciones arqueológicas en los campos del pueblo.
Destaca Suárez que “hay detalles con los que todas las personas que lo visitan recuerdan lo que se hacía hace décadas”, y reconoce que llama la atención “de hace pocas décadas cómo era el tamaño de las inyecciones que existían, y la metodología de su esterilización”.
“Llama mucho la atención todo el amplio abanico que hay de medicina, de tratamiento para la piel o el pelo, o los distintos consoladores de finales del siglo XIX y principios del XX”, afirma.
De hecho, una de las joyas es el primer vibrador de la historia, el ‘Veedee’, utilizado por primera vez en 1878, pero solo por médicos, tras inventarlo el británico Joseph Mortimer Granville. “A numerosas mujeres les diagnosticaban una enfermedad conocida como histeria femenina, que causaba un rosario de dolencias, como desfallecimientos, insomnio, retención de fluidos, pesadez abdominal, espasmos musculares, respiración entrecortada, irritabilidad, mal genio, pérdida de apetito y temperamento conflictivo”, reza el cartel situado junto a este aparato.
HELIODORA, UNA SANITARIA ÚNICA EN EL IMPERIO
Pero si hay algo que atrae a la vista es que en el centro del museo hay una estela funeraria -lápida- de una joven de 15 años, llamada Heliodora, que hacia las funciones de enfermera del siglo II después de Cristo.

Fotografía: Imagen de la única estela funeraria encontrada en España para una médica griega, una joven llamada Heliodora, en el Museo de la Higiene y la Salud en la Historia de Herrera (Sevilla) / EFE – Fermín Cabanillas
Es la única lapida de la que se tiene constancia en todo el Imperio Romano de una mujer con esta profesión. Tiene una inscripción en griego con letra capital rustica, que dice “Consagrada a los Dioses Manes Heliodora médica de 15 años, piadosa con los suyos. Que la tierra te sea leve”.
Heliodora era la ayudante del médico de la época. La localidad cuenta con unas importantes termas romanas, que, por Ley, tenían que tener un médico disponible para sus usuarios. Heliodora era niña que le ayudaba, que no murió tan joven como cabría pensar, si se tiene en cuenta la esperanza de vida de la época.
Alejandro Suárez cree que el museo es, incluso, una buena excusa para reflexionar sobre la forma en la que daban a luz las mujeres hace algunos años, y, de paso, hasta echar un vistazo a la historia del pueblo personalizada en un bar, ya que en un edificio anexo está reproducido lo que fue el mítico bar de ‘Manolillo Arjona’, todo un símbolo de la hostelería en la comarca, con, entre otras cosas, una colección de botellas de licores y vinos de la ya desaparecida bodega herrereña Paez Chía.
FUENTE – AGRADECIMIENTO
Agencia EFE
Nota Original – Fermín Cabanillas

Equipo Escritores Rebeldes