Fram
En el año 2184, una ciudad costera de NeoBaiss resplandece con una mezcla de tecnología avanzada y decadencia, casi la misma que hace 200 años antes, pero con nuevos desafíos y vicios. Las luces de neón iluminan las calles, los clubes nocturnos laten con música electrónica y las playas exóticas atraen tanto a turistas como a criminales. Es un lugar donde el crimen y la corrupción se han vuelto un mal endémico, y donde los hombres luchan por poder y dinero, mientras las pandillas callejeras y los cárteles tecnológicos hacen lo propio en las sombras. Jack Harrier llega a NeoBaiss buscando respuestas. Un ex-agente especial desacreditado, traicionado por su propia unidad en una misión, Jack ha pasado los últimos años trabajando como detective privado, haciendo algunos trabajos sucios para los poderosos en un ambiente hostil.
Una noche particularmente húmeda, Jack se encuentra en un bar sombrío en el distrito de los bajos fondos. El lugar está lleno de figuras sombrías, cada una con sus propios secretos y agendas. Jack, con su chaqueta de cuero desgastada y su mirada fría, destaca entre la multitud. Se sienta en la barra y pide un trago, su mente siempre alerta, siempre buscando pistas sobre los hombres que lo traicionaron.
«¿Jack Harrier?», una voz suave pero firme interrumpe su concentración. Se vuelve para ver a una mujer afrolatina con cabello corto y oscuro, sus ojos brillando con una inteligencia inquietante detrás de ellos.
«¿Quién lo pregunta?», responde Jack, su mano deslizándose discretamente hacia la pistola en su cinturón, que lentamente, sin que lo percate, la dama desbrocha su estuchera.
«Luma Vergara. Ingeniera de software. Sé quién eres y sé lo que buscas», dice ella, sentándose a su lado.
Jack la observa con cautela, esbozando una pequeña sonrisa. «¿Y cómo podrías saber eso?»
«He estado siguiendo tus movimientos. Tenemos algo en común, Jack. Víctor Stanton. Trabaja para uno de los grupos empresariales más poderosos de NeoBaiss, y sé que está detrás de tu traición», dice Luma, sus palabras cargadas con mucha seguridad.
El nombre de Stanton hace que su sangre hierva. «¿Te traes?, ¡Ve al grano, muñeca!, ¿No tengo todo el día para ponerme a jugar contigo?»
«Quiero ayudarte. Tengo información que podría hundirlo hasta en el mismo infierno. Pero necesito de ti y tus habilidades para que podamos llegar a él», explica Luma.
Jack considera fríamente sus opciones. Trabajar solo no lo ha llevado a ninguna parte en los últimos años. Si Luma realmente tiene la información que dice tener, podría ser su mejor oportunidad para vengarse y finalmente encontrar la paz. Asiente lentamente: «De acuerdo. Trabajaremos juntos. Pero si me estás engañando, no terminarás sin poder reconocerte ni tu madre.»
Luma sonríe con confianza. «No te decepcionaré».
Los días siguientes se convierten en una serie de pistas y averiguaciones basadas en la información de la morena, sin olvidar que cada pista se cobraba en dinero o riesgo mortal. Con la ayuda de Luma, Jack se infiltra en edificios corporativos, roba información valiosa y desmantela operaciones ilegales. Cada pista lo acerca más a Stanton, pero también lo pone en la mira de las fuerzas de seguridad de la ciudad y de los numerosos enemigos que ha hecho en este último tiempo.
En la última incursión, Jack y Luma se encuentran cara a cara con Reyes Martínez, el líder de una de las pandillas más poderosas de NeoBaiss. Reyes, un hombre imponente con cicatrices que cuentan historias de batallas pasadas, los observa con desconfianza cuando entran en su territorio.
«¿Qué quieren en mi casa?», gruñe Reyes, su voz profunda resonando en la sala llena de sus matones.
«Buscamos información sobre Victor Stanton. Sabemos que has tenido tratos con él «, dice Jack, sin mostrar miedo.
Reyes se ríe, con un sonido falso y sin humor. «Stanton es un miserable, pero, ¿Por qué debería ayudarte?, dame alguna buena razón.»
Luma da un paso adelante, con su voz calmada pero firme. “Stanton planea un golpe de estado para tomar el control total de la ciudad. Si no lo detenemos, estarás mendigando territorio a este hombre»
Reyes miró por un momento con asombro las palabras de Luma, evaluando la situación. Finalmente, asiente. «Stanton es un problema para mí, y para muchos. Les daré la información que necesitan, pero pediré un favor a cambio.»
Con la ayuda de Reyes, Jack y Luna obtienen una lista de instalaciones clave de Stanton, cada una crucial para sus operaciones. Uno de los objetivos más importantes es la fábrica de drones de combate, situada en las afueras de la ciudad. Si lograran destruirla, debilitarían significativamente el poder de Stanton.
La fábrica de drones es como una fortaleza, rodeada de altos muros y sistemas de seguridad avanzados. Jack y Luma se preparan meticulosamente, sabiendo que un paso en falso significaría que el juego había terminado. Con la oscuridad de la noche, se acercan sigilosamente.
«Tenemos que desactivar las torretas antes de entrar», susurra Luma mientras trabaja en su dispositivo portátil, hackeando los sistemas de seguridad.
Jack vigila, su arma lista. «Apresúrate, muñeca, no tenemos mucho tiempo.»
Un clic y Luma ha tenido éxito, las torretas se desactivan. Se deslizan dentro del complejo, moviéndose con agilidad felina. De repente. Una patrulla de guardias los descubre, y pronto se desata una feroz batalla en los oscuros pasillos de la fábrica. Jack se mueve con precisión, disparando y eliminando a los guardias mientras Luma trabaja para instalar los explosivos. «En cinco minutos esto volará por los aires», dice ella mientras colocan el último dispositivo. Corren hacia la salida, disparando a los enemigos que se interponen en su camino. La explosión es tan fuerte que sacude todo, cuando logran salir, una bola de fuego ilumina la noche. Jack y Luma se miran, sabiendo que han dado un gran golpe.
A medida que su campaña contra Stanton se intensifica, Jack y Luma descubren que la corrupción de la ciudad llega hasta lo más alto del gobierno. La alcaldesa Vanessa Sinclair, aparentemente una líder moral, está coludida con los grupos de influencia y los cárteles tecnológicos. Su alianza con Stanton ha permitido que éste actúe con total impunidad. Deciden enfrentarse a Sinclair, exponiendo su corrupción a la luz pública. Pero no va a ser así de fácil. Utiliza todos los recursos a su disposición para tratar de silenciarlos, enviando sicarios y fuerzas de seguridad para hacerles la vida imposible.
Llegando a un enfrentamiento tenso en la mansión de Sinclair, Jack y Luma se infiltran en su residencia, enfrentándose a su guardia personal. Jack, con su entrenamiento militar, ataca mientras Luma desactiva con su portátil los sistemas de seguridad.
Una vez hecho, llegan a la oficina de la alcaldesa, una mujer de mediana edad con una mirada gélida, pero con un miedo interno que se percibía a distancia, los recibe con una sonrisa cínica: «Los ayudaré…, el juego termina aquí.»
Jack le apunta con su arma especial y dice: «Esto no es un juego, señora…»
Sinclair intenta usar su autoridad para intimidarlos, pero Luma, con sus habilidades de hacker, proyecta en las pantallas de la sala pruebas irrefutables de la corrupción de Sinclair. Las imágenes y documentos revelan sus tratos con Stanton y los gánsteres. Con la evidencia expuesta, Sinclair pierde todo poder. Jack y Luma la entregan a las autoridades, y la noticia se esparce rápidamente.
Finalmente, Stanton, el golpe de gracia, más que un golpe final, se lleva a cabo en el corazón de la ciudad, donde se encuentra su cuartel general. Stanton, sabiendo que sin la protección de la alcaldesa su control sobre NeoBaiss está en peligro, despliega una red de drones de combate y un ejército de soldados cibernéticos para defenderse. Jack y Luma, gracias a la ayuda de Reyes y sus hombres, llevan a cabo el asalto. Una batalla épica, con explosiones y el retumbar de los disparos en las calles. Jack lucha con una furia inigualable, moviéndose a través del caos con una única misión: enfrentarse a Stanton. En el interior del cuartel general, finalmente se encuentran cara a cara, apuntándose a distancia entre sí.
«Siempre supe que volverías», dice Stanton, con una sonrisa cruel en su rostro. «Pero no puedes ganarlas todas.»
Jack apunta su arma a Stanton, sus ojos ardiendo con determinación. «Esta me la debes, miserable.»
La batalla es brutal. Stanton, con su entrenamiento y mejoras cibernéticas, es un oponente formidable. Pero Jack, motivado con años de entrenamiento y otros más de ira y dolor, no cede terreno. Con cada golpe y disparo, se acerca más a su objetivo. Llegado el momento, Jack logra desarmar a Stanton y lo enfrenta, a puño limpio. En un último esfuerzo, Stanton intenta usar un arma escondida, pero Jack es más rápido y astuto, y con un movimiento decisivo, termina la pelea, liquidando a Stanton. Cae en el suelo como un saco de papas. Jack, respirando con profundidad, trata de recobrar la ecuanimidad, se inclina sobre él, meditando sobre el cuerpo del hombre, solo falta una frase de oro para coronar la ocasión.
Con Stanton muerto, la red de drones y soldados cibernéticos se desactiva automáticamente, Jack se da cuenta de lo que sucede y le pregunta a Luma: “¿Fuiste tú, muñeca?”. “No, los drones se desactivaron solos” responde Luma. La ciudad, aunque aún sumida en el caos, comienza a vislumbrar una esperanza de cambio en el orden. Con la caída de Stanton y Sinclair, NeoBaiss se experimenta un nuevo amanecer. Jack y Luma, habiendo cumplido su misión, se encuentran en la playa, observando el sol salir sobre el horizonte.
«Lo logramos», dice Luma, su voz suave pero cargada de alivio.
«Sí», responde Jack, sintiendo una paz que no había conocido en años. «Pero esto es solo el comienzo. La ciudad aún necesitará gente con nuestros talentos.»
Luma sonríe. «Y estaremos aquí para prestar nuestros servicios.»
Juntos, se alejan de la playa, listos para enfrentar los nuevos desafíos que vendrán, sabiendo que han empezado a cambiar el destino de una ciudad.
AUTOR: FRANCISCO ARAYA PIZARRO (CHILE)
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Francisco Araya Pizarro. Nacido en 1977 en Santiago de Chile, Artista Digital, Diseñador Gráfico Web, Asesor en Marketing Digital y Community Manager para empresas privadas y ONGs asesoras de las Naciones Unidas, Crítico de Arte, Cine, Literatura, además de Investigador. Y Escritor de Ciencia Ficción, donde en su blog comparte sus relatos cortos en: www.tumblr.com/franciscoarayapizarro