La noche siempre era corta para Celeste Noir. En una ciudad vibrante y llena de tecnología, saturada de luces y sombras, Celeste era una estrella: la actriz aclamada, el rostro siempre presente en las pantallas y escenarios. Su presencia brillaba. Su intensidad era su sello. Pero aquella noche, tras un evento de caridad, comenzó a ver algo distinto en su reflejo. Al principio, las visiones eran fugaces: destellos de un paisaje en tonos rojos y oscuros, y murmullos que parecían resonar en las esquinas de su mente. Pasó días entre un estado de extrañeza y desasosiego, como si algo oculto intentara emerger de su memoria. Cuando el sueño finalmente llegó, lo hizo con una escena clara: un desierto sombrío, dominado por una niebla carmesí que parecía latir. Allí, una figura alta y etérea la observaba, una especie de espíritu que irradiaba sabiduría y poder.
“Celeste Noir,” dijo con voz profunda y resonante, “tu destino está escrito en la Trama Escarlata, una energía antigua que controla los hilos de las realidades. Has sido elegida para custodiar este poder. Pero este regalo exige su precio, te enfrentará a oscuridades que apenas puedes imaginar en estos momentos”.
Al despertar, aún temblando, Celeste descubrió que el sueño había dejado su marca: en su piel, pequeños destellos de luz brillaban, cambiando con cada movimiento, como si estuvieran con vida. Durante los siguientes días, los cambios solo se intensificaron. Comenzó a percibir detalles a su alrededor que antes pasaban desapercibidos, como la distancia entre sonidos o la intensidad del aire, y con un simple gesto podía distorsionar esos elementos. Fascinada, practicaba en secreto, alejada de la mirada pública, explorando lo que había recibido. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que estos poderes también atraían el interés de los Fragmentos Oscuros, una secta secreta que codiciaba la Trama Escarlata. Thadeus Valen, su líder, era un hombre tan carismático como oscuro, capaz de manipular las mentes y encerrar a sus víctimas en ilusiones de las que no podían escapar, convirtiéndose en prisiones/cámaras de torturas mágicas. Los Fragmentos Oscuros querían la Trama, y Thadeus no descansaría hasta poseerla. De hecho, sentía la presencia de la Trama Escarlata en una persona…
Pero también, fue percibida por Ezra Falk, un estudioso de lo oculto y guardián de antiguas escrituras, quien pudo detectar que la Trama Escarlata estaba en la Celeste Noir, que estaba en un parque, vestida de incognito, con lentes, un pañuelo cubriendo su cabello rubio y un abrigo, Ezra al acercarse a Celeste lo confundió con un admirador que logró identificarla para pedirle un autógrafo, pero logró demostrar que sus intenciones eran más que nobles, en ese momento se convirtió en su guía. “La Trama Escarlata responde a lo que eres, Celeste,” le explicó Ezra, mientras la ayudaba a entender la naturaleza de sus poderes. «Tus sentimientos y recuerdos son clave para liberar todo su potencial, pero también es necesario confrontar a tus fantasmas personales».
A lo largo de sus sesiones, Celeste se enfrentó a recuerdos que había mantenido profundamente enterrados: una infancia difícil, con una madre exigente, pero consiente que intentaba enseñarle a canalizar la energía que residía en ella. Entonces, Celeste había sentido que aquello era una carga, algo que debía esconder. Solo ahora, al recordar esos momentos, aceptó esa herencia, y se sintió preparada para asumir plenamente el papel que se había concedido. Con el tiempo, la relación entre Ezra y Celeste se volvió más la de un maestro y su discípula. En él, Celeste encontró el apoyo y comprensión que nunca tuvo, y juntos trabajaron para desbloquear el poder de la Trama. Aunque Ezra era un erudito dedicado, los fragmentos de vida que compartían, las charlas, las miradas, revelaban que había algo más. Era un lazo de cariño que, sin necesidad de palabras, envolvía a ambos. Ezra representaba un refugio en la vorágine de su nueva realidad. Finalmente, llegó el día en que la secta de los Fragmentos Oscuros logró encontrarla y la abordaron. Para entonces Celeste ya dominaba gran parte de los poderes de la Trama Carmesí. Gracias a la ayuda de Ezra, Celeste les arroja una ráfaga de energía de color intenso, que los neutraliza. Entre los que la estaban asaltando, se encontraba Thadeus. Ansioso por dominar la Trama Escarlata, lanza un ataque en el corazón de la ciudad, manipulando a sus seguidores para que sumieran la urbe en el caos. Allí, en una torre abandonada, ella logró encontrarlo y lo enfrentó. Thadeus había reunido a una multitud bajo su control, atrapados en ilusiones donde él se imponía como su salvador.
La batalla fue tan física como mental, un duelo de poderes que desafiaba las leyes de la física y alteraba la percepción del tiempo. Las ilusiones de Thadeus creaban laberintos dentro de laberintos, pero Celeste, ahora confiada en sus habilidades y en su conexión con la Trama, supo contrarrestar cada ataque. En un momento decisivo, recordó el vínculo que compartía con Ezra, y la imagen de su rostro le dio fuerzas para proyectar una visión de esperanza y libertad que rompió el hechizo de Thadeus sobre la multitud, neutralizando su fuerza, dejándolo arrodillado y catatónico. Liberada del control de Thadeus, la gente de la ciudad miró a Celeste como a una heroína. La conexión que había creado con la Trama Escarlata resonaba con la energía de la metrópolis, y supo que su vida cambiaría para siempre. Al regresar al lado de Ezra, sintió que había llegado al lugar al que pertenecía. La ciudad, antes sumida en la ilusión, despertaba lentamente. Celeste, ahora consciente del amor y la responsabilidad que implicaba su poder, supo que protegería a su gente y a quienes amaba, sin importar el costo.
AUTOR: FRANCISCO ARAYA PIZARRO (CHILE)
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Francisco Araya Pizarro. Nacido en 1977 en Santiago de Chile, Artista Digital, Diseñador Gráfico Web, Asesor en Marketing Digital y Community Manager para empresas privadas y ONGs asesoras de las Naciones Unidas, Crítico de Arte, Cine, Literatura, además de Investigador. Y Escritor de Ciencia Ficción, donde en su blog comparte sus relatos cortos en: www.tumblr.com/franciscoarayapizarro