Dedico esta historia a mi querido amigo, Víctor Rocha,
que Dios lo tenga en su santa memoria
En el espacio, una nave estelar surcaba el firmamento, llevando consigo los sueños de un pueblo desplazado por las guerras. El comandante y su joven hijo observaban con atención una señal que parpadea proveniente de un sistema solar.
El comandante, con su sabiduría, intuía que aquel lugar podía traer su futuro. «Hijo, hemos encontrado una señal. Creo que hay un mundo hermano allí «, expresó el Comandante con lágrimas en sus ojos.
El hijo criado en la nave estelar, deseoso de hallar un hogar, no dudó en apoyar a su padre. «Debemos seguir esa señal, papá.», afirmó con determinación.
La nave se dirigió a aquel planeta. Tras semanas de viaje, divisaron un mundo rebosante de vida: la tripulación descendió cautelosa y encontraron una civilización humana.
Los refugiados de la nave estelar y los habitantes de aquel mundo dieron lugar a una sociedad próspera. El Comandante y su hijo contemplaron con orgullo el fruto de su búsqueda… Esto estaba grabado en dibujos en una caverna en una provincia, en Chile. Un extraño hombrecito leyó con asombro esta historia. Estos eran los antepasados de los Chile-Chincha, hoy en día quedan algunas tribus dispersas.
AUTOR: FRANCISCO ARAYA PIZARRO (CHILE)
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Francisco Araya Pizarro. Nacido en 1977 en Santiago de Chile, Artista Digital, Diseñador Gráfico Web, Asesor en Marketing Digital y Community Manager para empresas privadas y ONGs asesoras de las Naciones Unidas, Crítico de Arte, Cine, Literatura, además de Investigador. Y Escritor de Ciencia Ficción, donde en su blog comparte sus relatos cortos en: www.tumblr.com/franciscoarayapizarro