SERENDIPIA DOMINICAL – Columna de la escritora española Mónica Miquel Nieto – Encuéntrala cada domingo en el portal web (escritoresrebeldes.com) y en las redes sociales de Escritores Rebeldes.
SERENDIPIA DOMINICAL
NAVIDAD, DULCE NAVIDAD
Por: Mónica Miquel Nieto (Barcelona – España)
Correo electrónico: mmiquelnieto@gmail.com
¿Cuál es el significado de la Navidad? ¿Significa lo mismo para todo el mundo? ¿Por qué hay gente que no soporta la Navidad? ¿Se aprovechan las fiestas navideñas para fomentar el consumismo?

La Navidad, según el diccionario de la Real Academia Española, “es la festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo”, al menos en el mundo cristiano. “Es el tiempo comprendido entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos”.
Cada país posee su propia tradición y celebran las fiestas navideñas a su manera. Por ejemplo, en Colombia, existe el día de las velitas; En Filipinas, la Navidad dura cinco meses (de septiembre a enero), además, es tradicional el festival de farolillos gigantes, en Pampanga; En Irlanda, lo celebran con Cerveza para Santa Claus; En Toronto, podemos encontrar el Desfile de luces; En Nueva Zelanda se celebran eventos al aire libre y conciertos y las familias organizan asados; En Sudáfrica son habituales las comidas al aire libre y los fuegos artificiales; En Japón salen a cenar pollo frito al KFC (Kentucky Fried Chicken); En Guatemala, el 7 de diciembre, empiezan las fiestas navideñas con la Quema del Diablo; En Grecia, igual que en España, existe la tradición de la cena en familia de Nochebuena, la Protokhronia.
En Cataluña se lleva a los niños al bosque a buscar el “tió”. Después deben alimentarlo con restos de frutas. El “tió” es un tronco pequeño, al que se le han dibujado ojos, nariz y boca y con una barretina en la parte superior. La barretina es un gorro catalán en forma de bolsa, que suele ser roja. El tronco se debe tener en casa tapado con una manta y darle de comer restos de frutas. Al llegar el día 24 de diciembre por la tarde, los niños de la casa golpean el tronco mientras cantan canciones de Navidad, animándole a hacer sus necesidades. El tronco suele defecar dulces, chucherías y turrones, aunque el que teníamos en mi casa, siempre regalaba algún libro. Lo aprovechaba como excusa para fomentar la lectura en mis hijos.
En algunos países europeos existe Krampus, que es una especie de hermano malo de Santa Claus y asusta mucho a los niños que se han portado mal durante el año. Krampus es popular en varios países del Este y Europa central.
En los países del hemisferio norte solemos vivir la Navidad en invierno, pero no ocurre lo mismo en el hemisferio sur. En países como Nueva Zelanda, Australia o Sudáfrica durante la Navidad es verano, por lo que no es de extrañar que las personas suelan celebrar la Navidad en la playa o bañándose en el mar.
Como podéis ver, hay tantas formas de celebrar estas fiestas, como países. Estas fiestas, no solo se asocian con la religión, sino también con la cultura y tradiciones de cada lugar.
Por otro lado, todos conocemos las famosas campañas navideñas, en las que tanto los supermercados, como las tiendas de ropa, perfumerías o jugueterías, por ejemplo, realizan un gran número de ventas. Se suele ampliar la plantilla de trabajadores durante estas fechas y algunos afortunados pueden conseguir un trabajo temporal de corta duración.
Pero, ¿existe una razón real para aumentar nuestro gasto y consumo en general durante estas fiestas? Es cierto que, al reunirse toda la familia en las cenas y comidas de estos días, se necesita comprar mayor cantidad de alimentos y, normalmente, alimentos que no solemos consumir a diario debido a su elevado coste económico.
Por otro lado, los niños y niñas reciben juguetes, o de Papá Noel, o de los Reyes Magos, o de ambos, con lo cual, es necesario que los familiares gasten una importante cantidad de dinero en la adquisición de dichos juguetes.
Además, las personas que salen a celebrar las fiestas fuera de casa, acostumbran a comprarse ropa elegante, por ejemplo, para despedir el año. Es otro tipo de gasto, el que se dedica a renovar el armario.
Últimamente, se ha puesto de moda en España irse de viaje en esta época, a pueblecitos navideños de Europa, a Port Aventura, a EuroDisney, o a celebrar el fin de año en alguna ciudad diferente, como por ejemplo, el fin de Año en Nueva York. Las agencias de viajes y las páginas web que se dedican a ello, publicitan muchas opciones de escapadas navideñas, tanto para amigos, parejas o familias con hijos.
En España, según el Observatorio Cetelem, el pasado año los ciudadanos disminuyeron su gasto navideño a causa de la inflación, pero aun así, gastaron una media de 471 €, eso, en un país en el que el salario medio de una persona es de unos 2.300 € y el salario mínimo este año 2024 es de unos 1.134 €, aproximadamente. Ese gasto se realizó, fundamentalmente, en moda (44%), perfumes (44 %), juguetes (37%), libros (29 %) y calzados y complementos (27%). Pensad, que aquí no se han contabilizado los alimentos, en los que los españoles, os aseguro que se gastan mucho dinero. España es un país de buen comer y más en estas fechas señaladas. Así que imaginad el gasto para una familia de clase media o de clase baja. ¡Una auténtica ruina!
Todos estos gastos varían dependiendo de las familias y de su situación económica. Aunque, yo me pregunto si todo esto es necesario o es una especie de costumbre creada y potenciada por el sistema de mercado liberal en el que vivimos. El sistema funciona así, y nosotros no hacemos más que dejarnos llevar y seguirles el juego. ¿En serio pensáis que es necesario todo este exagerado dispendio para celebrar el nacimiento de Jesucristo? ¿Dónde está escrito que deba ser así? ¿A quién le interesa que nos comportemos como consumidores estresados y obedientes?
Para ellos, nosotros somos simples números, consumidores potenciales, que trabajamos duro para poder gastar parte de nuestras ganancias en este tipo de cosas. Todo ello conduce al enriquecimiento de los que más tienen, cosa que agrava todavía más las diferencias entre ricos y pobres.
Para mí la Navidad es otra cosa, algo que hace años las personas tenían muy presente, pero que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Lo verdaderamente importante de la Navidad son sus valores positivos, la ilusión que se refleja en los ojos de los inocentes infantes, que todavía creen en la magia.
La Navidad es la familia reunida y celebrando la vida, con sonrisas, brindis y armonía, es el reencuentro con familiares lejanos, a los que solo puedes ver en ocasiones especiales y sí, también, por qué no, un mínimo de decoración navideña en casa y, si mucho me apuras, algunas luces en las calles.
Navidad es llevar a tus hijos a pasear por las calles iluminadas o a entregar sus cartas a los pajes de los Reyes Magos, es presenciar la cabalgata de Reyes en familia y con amigos, recoger caramelos y evitar que te pinten la cara con carbón.
En estas maravillosas fiestas se cantan villancicos en compañía de tus seres queridos. No olvidéis reír, reír mucho, reír sin parar.
Navidad es dar las gracias por estar vivos y por poder disfrutar de la compañía de las personas a las que amas, es echar de menos a los que ya no están con nosotros.
Navidad es magia y es amor, es confianza en el futuro, es familia y es unión, es solidaridad. Para mí, ese debería ser el auténtico espíritu navideño.
Me gustaría conocer vuestra opinión al respecto. Recordad que podéis opinar en comentarios. Estoy segura de que vuestros comentarios resultaran sumamente interesantes. Podéis explicar cómo celebráis la Navidad, cuál es su significado para vosotros, si sois de los que soléis gastar mucho en las típicas compras navideñas o no, si os gustan estas fiestas o, por el contrario, las aborrecéis. Yo conozco gente que no las soporta, os lo aseguro y también personas a las que la Navidad les encanta. En resumen, como vivís vosotros la Navidad, dulce Navidad.
¡Animaros a comentar, amigos y amigas! Esta columna se alimenta de vuestra lectura y de vuestros comentarios. No dejéis que Serendipia dominical pase hambre, y menos a las puertas de estas mágicas fiestas navideñas.
MÓNICA MIQUEL NIETO (BARCELONA – ESPAÑA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTORA

Mi nombre es Mónica Miquel Nieto, mujer de 53 años, residente en Barcelona, escritora y poetisa.
Toda mi vida he sido una lectora empedernida, de todo tipo de libros, pero sobre todo de novela histórica, novela fantástica y poesía.
De pequeña gané algunos certámenes literarios y ahí quedó todo. No he dejado de escribir nunca, pero no fue hasta el confinamiento causado por la pandemia de Covid-19, cuando decidí intentar publicar mis obras.
Escribí a algunas editoriales hasta que, finalmente, la Editorial Alvi Books confió en mis posibilidades y se arriesgó a publicar 5 de mis obras. Al ser una persona absolutamente desconocida, es algo que les agradeceré siempre.
Participo en algunos grupos literarios de Facebook y he publicado en algunas revistas (Escritores Rebeldes, Las Alas del Cóndor, CLIVAR, Netrazol Literary Magazine…).
He colaborado con algunos poemas en el canal de meditación de Youtube e Instagram Medita i Respira.
También se han escuchado mis poemas y fragmentos de mis obras en programas radiofónicos, como por ejemplo en La hora de la verdad de TuradioValencia.com, La Enamorada Radio o Radio Alfa Omega de Mexico.
Mi intención es darme a conocer y conseguir lectores para mis obras publicadas. Hay una sexta obra en proyecto.
No dejaré de escribir, porque para mí el hecho de hacerlo, es tanto una necesidad como un placer.
Hola, Mónica,
Me ha gusta mucho tu artículo de la Navidad, estoy seguro que mucha gente piensa como tú.
A nivel personal, formo parte del grupo de personas a los que no nos gusta la Navidad, y todo lo que conlleva a nivel económico, normas sociales y familiares.
Feliz Navidad !
Gracias, amigo. Ves pensando en crear un tema navideño. Tienes mucho arte componiendo canciones. Lánzate. No te lo pienses más. Creatividad al poder.