Invierno Perpetuo

La nieve sirvió como adorno del paisaje desierto, frío y solitario.
Manto blanco y un árbol negro, reseco y moribundo,
que era lo único que divisaba desde su pequeña ventana.

Ella preparó la cena, para uno.
Desde que él partió la soledad era su única compañía.
Su vida era un eterno invierno plagado de silencios y recuerdos. Nevaba.
Ella observaba la bella danza de los copos de nieve que caían juntos, acompasados.

Añoró sus manos, sus ojos, su voz, su sonrisa.
Creyó ver a lo lejos una figura que parecía acercarse a su puerta. Era él.
La Navidad le había traído su anhelado regalo.
El invierno se convirtió en primavera y el amor descongeló su corazón helado.

AUTORA: MÓNICA MIQUEL NIETO (BARCELONA – ESPAÑA)
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