En un pequeño pueblo a la orilla de un río cristalino, vivía una niña llamada Ana. Su abuelo, un hombre sabio y anciano, le contaba historias sobre cómo el mundo había sido un lugar de exuberante belleza, donde la naturaleza y la humanidad convivían en armonía. Pero esas historias eran solo recuerdos lejanos, fragmentos de un pasado que Ana no podía comprender del todo.
El presente de Ana estaba marcado por sequías prolongadas, tormentas violentas y un calor abrasador. El río que alguna vez había sido la vida del pueblo se reducía cada año, dejando tras de sí un lecho de piedras secas y animales sedientos. La gente del pueblo recordaba con nostalgia los tiempos en que el agua abundaba y la tierra era fértil.
Una tarde, mientras Ana caminaba junto a su abuelo por las orillas secas del río, el anciano le entregó un libro polvoriento. «Este libro contiene las historias de nuestro pasado y las esperanzas para nuestro futuro», dijo con voz temblorosa. Ana lo abrió con curiosidad, encontrando páginas llenas de dibujos y relatos sobre un mundo lleno de vida y color.
Esa noche, Ana soñó con un futuro diferente. En su sueño, veía un planeta donde la humanidad había aprendido de sus errores. Las ciudades se alimentaban de energía limpia, los bosques se habían regenerado y los ríos fluían con agua pura nuevamente. La tecnología y la naturaleza se habían unido en una danza armoniosa, creando un equilibrio perfecto.
Pero al despertar, la realidad la golpeó con dureza. Las plantas en el jardín de su casa estaban marchitas, y la desesperación se apoderaba del pueblo. Decidida a no dejar que su sueño se desvaneciera, Ana comenzó a hablar con sus vecinos, compartiendo las historias del libro y alentándolos a actuar.
La comunidad, inspirada por la pasión de Ana, comenzó a tomar pequeñas acciones. Plantaron árboles, construyeron sistemas de recolección de agua de lluvia y educaron a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Poco a poco, esos pequeños cambios comenzaron a tener un gran impacto.
Con el tiempo, otros pueblos y ciudades siguieron el ejemplo de Ana y su comunidad. La humanidad empezó a despertar, reconociendo la gravedad del cambio climático y la urgente necesidad de proteger su hogar. El camino fue largo y difícil, pero el mundo comenzó a sanar.
Décadas después, Ana, ahora una anciana sabia, observaba desde su ventana un paisaje que recordaba los cuentos de su abuelo. Los ríos volvieron a fluir, los bosques recuperaron su verdor y la gente vivía en armonía con la naturaleza. El planeta había cambiado, no solo por la desesperación que habían sentido, sino por la esperanza y la acción que habían abrazado.
El anhelo del futuro resonaba con la promesa de un mundo mejor, donde la humanidad había aprendido a valorar y proteger su preciado hogar. Y en el corazón de todo ese cambio, estaba la pequeña Ana, cuyo sueño había sembrado las semillas de un nuevo comienzo.
«Un nuevo despertar «
AUTOR: ARNALDO TEÓFILO TUÑON TAPIA (COLOMBIA)
© DERECHOS RESERVADOS AUTOR (A)

Arnaldo Teófilo Tuñon Tapia, es un talentoso escritor y acuicultor colombiano, nacido en Lorica, Córdoba, en 1967. A pesar de provenir de una familia humilde, logró completar sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal. Más tarde, continuó su formación en el Centro de Innovación y Tecnologías Sena en Sucre, donde se especializó en acuicultura y obtuvo un diplomado en sistemas de gestión ambiental y seguridad en el trabajo. Su pasión por la escritura lo llevó a crear obras literarias como «Planeta Neón», lanzada en la plataforma Amazon, y a contribuir en la antología de escritores latinoamericanos con obras como «Gritos de Amor», «Voces del Alma» y «Relatos», entre otras. Su vida refleja una hermosa dualidad entre su dedicación a la acuicultura y su talento como escritor.