Las montañas del pueblo se han iluminado cada que pueden , con el color de las balas, la pólvora y la sangre. El tiempo no ha determinado claramente en el reloj de la iglesia cuando cesará el calvario al cual nos encarnecieron antepasados ególatras. Las campanas no suenan en el instante para clamar el fervor de la misa; contrario a esto, se revelan como la alarma impaciente de una avalancha de balas que se aproximan. El aroma que brota cada día es infestante al odio por la guerra, y la…
Leer másAutor: Franklin Aristizábal Yustes
FRANKLIN ARISTIZÁBAL YUSTES, Nacido en Florencia Caquetá, Colombia el 21 de enero de 1994. Profesional en Ciencias Sociales, egresado de la Universidad de la Amazonia. Desde que estaba en la institución educativa La Salle de su ciudad natal, mostró gran pasión por la escritura apoyando en varias ocasiones el periódico El Futuro de este claustro educativo. Ha sido partícipe de varias antologías entre poesía y cuento infantil; destacándose en Editoriales colombianas, tales como Komala Ediciones y Mi máquina de Escribir.
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Unos Bueyes Sobre La Colina
Aquel viejo se hallaba sobre la colina, cosiendo su vieja piel con unas cuantas agujas de ropa debido al exceso de trabajo; mientras tanto, sus perros araban con arcos de madera asemejando a bueyes africanos. Todos cansados, tanto el viejo como sus perros criollos no hacían más que sudar para sentirse un poco libre de la miseria que les perseguía. Los ladridos hacían eco al fondo de los abismos y la soledad se asomaba cada vez que el sol dejaba de sonreírle al viejo. -¡Qué sería de mí sin estos…
Leer másEl Mercader De Las Barbas
Todas las mañanas, Rafita siendo un paisa de pura cepa, tomaba sus sueños para andar en busca de otros a la ciudad. Sus caminos algo inhóspitos hacia que hasta las golondrinas y las culebras del sector lo quisieran como muchos comensales; por su amabilidad. Un medicamento no faltaba en su mesa o sí, tal vez porque lo poco que tenía lo compartía hasta quedar con sus manos vacías. Desde ahí y durante el día, la mugre de la mañana era su fiel compañía. Realmente quedaba limpio. Mientras su vida pasaba,…
Leer másLa Flauta De Morfeo
Todos los días Jaimito se levantaba temprano a tocar su flauta dulce; eso sí, acompañado de un café y el buen humor por aprender. Mientras soñaba como ser grande en la música, por el frente de su casa pasaba un centenar de niños que se burlaban de su hacer. Entre tanto, las mañanas transcurrían y los solemnes pequeños que iban a la escuela lo hacían como estrategia al andar de los días. Jaimito, no se preocupaba por el estudio; excepto por su anhelo de ser un Marsias aquel que lo…
Leer másEl Demonio De Un Buitre Sobre La Candileja
Todas las mañanas frías sobre el parque central, Don Braulio solía orar y limpiar las candilejas viejas, esas que acompañaban el adorno de la ciudad. Mientras tanto, un buitre se acercaba para llenarlas de mugre y volverse a ir. El viejo Braulio no hacía más que pasar un trapo roto, junto a los ancianos que vivían cerca de aquella plaza, todo esto, para no perturbar la inocencia del viejo pueblo dejándolo al acecho. El buitre siguió visitando el lugar a medida que el viejo Braulio se arrimaba, hasta al punto,…
Leer másNo Se Dobló A Ningún Mortal
Desde muy niño la guerra le enseñó tal vez que la crueldad de pensamiento lineales, miradas perversas y acciones malandras no conllevarían a desempeñar un mundo mejor; por tal motivo, consideró que el liberalismo radical seria la forma diferente para engranar a las mentes brillantes de la época dando luz a esa oscuridad. A medida que caminaba por el mundo, encontraba piedras por los senderos, pues nunca estuvieron de acuerdo con sus formas de mirar, pensar o hasta de imaginar aquel universo en país; lo que hizo que perpetuaran de…
Leer másLa Inocencia Siempre Muere
Siempre solía llegar tarde del trabajo; pues un país de tercer mundo que no da para más, aquí el reloj y el tiempo se vuelven insuficientes durante el día. Además, agregando una humanidad que solo piensa en placeres y licor. Mi perro, como siempre me esperaba al ingreso de casa para sonreír cada que me veía y darme los abrazos que un ser sensato de pocos que existen realiza. En una noche nublada y cruelmente lluviosa, me disponía ingresar a mi casa. Mi perro Broly solía ladrar ante la…
Leer másEl Ciclope De Bardó
Tuvieron que pasar muchos años en Bardó para ver nuevamente a mi amigo de infancia; él algo corpulento y con cara de brabucón no hacía más que creerse el más importante de la ciudad; esto, a pesar de su manera triste de vestir. Pasaron los meses, tal vez muchos y, de nuevo no volví a saber de su existencia; desapareció. Un día, mientras estaba feliz y concentrado escribiendo junto a una taza con café, observé por el ojo de la puerta de mi casa a alguien acomodarse sobre el cigüeñal…
Leer másLa Espada Dorada
Corro fuertemente para verificar quien tenía mi espada de Oro fino, pero nadie resultaba con ella. Entre la multitud intentaba preguntar, pero la respuesta era “no sé qué es eso”. Al retornar a mi casa, me doy cuenta de que la cubierta donde se guardaba el metal yacía un poco triste y perdiendo su color. Al abrir el cajón donde mantenía mis cosas, solo vi aquel recibo viejo y perplejo, de los inicios de Siglo, que decía: -Compra de Espada Dorada por un 1 peso de Oro, fecha 21 de…
Leer másLa Croata De Oro
Mientras me acomodaba la corbata de cuadritos y pintas elegantes de Oro, regalada al abuelo tal vez por un soberano militar croata; a lo lejos, la abuela me miraba fijamente diciéndome: -Ojo con esa prenda muchacho que su abuelo se puede enojar, porque no anunciaste permiso para usarla. Algo triste y ofuscado intenté dejarla en el puesto que estaba; sin antes, desempolvar un cuadro que tenía una fotografía muy golpeada por la humedad; eso sí, cerca de donde estaba la corbata. Al analizarla por completo, vi que la tiranta que…
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